En rasgos generales la carrera de psicología en sí, esconde las mismas dificultades que muchas otras carreras, por ejemplo, sentirse perdido (al principio, pero también al final), épocas de exámenes muy estresantes, horas de estudio sinfín, asignaturas malditas, libros que parecen ladrillos, etc. Sin embargo, no por ello se debe considerar una carrera difícil, sino una profesión que demanda, como todas, dedicación y organización para estudiarla.